Continuando con la serie de mitos nórdicos hoy les traemos una nueva SirHistoria que en este caso tiene como protagonistas principales a la diosa Idun, quien era la personficación de la primavera y la juventud eterna, como bien ilustra el título del post, Loki, a quien ya hemos conocido y era algo así como el "dios malvado" o el más travieso del Asgard, y el gigante Tiasi. Son claves en la historia tambén las míticas manzans doradas que repartía Idun entre los dioses y que tenían el poder de otorgarle juventud y belleza eterna a quien las comiera.
Sin más, los dejamos con el genial Alejandro Dolina y su relato del mito desde su programa La Venganza Será Terrible en su emisión del 01-04-2008 y que pueden escuchar online mientras disfrutan de la lectura.
"... Idún, era en la mitología nórdica, la personificación de
la primavera y de la juventud eterna. Según los mitógrafos, no había tenido
nacimiento y nunca iba a experimentar la muerte.
(Idun repartiendo las manzanas entre los dioses)
(Nos llama la atención no haber nacido, no nacer es
extraordinario y casi único en los mitos en general, y decimos casi único
porque en las historias hebreas Melquisedec, que no registraba nacimiento, era
inmortal hacia atrás, no era alguien que nunca se iba a morir, sino que nunca
había nacido; siempre había estado. Implica tener un concepto acerca del tiempo:
decir que un tipo no había nacido nunca, era decir que nunca hubo un comienzo
del tiempo, que el tiempo era infinito también hacia atrás).
Idún fue recibida cálidamente en el Asgard, la morada de
los dioses, cuando llegó con unas manzanas de regalo; dichas manzanas tenían el
poder de otorgar juventud y belleza eterna a todos los que las comieran.
Gracias a esa fruta mágica, los dioses nórdicos (que no eran del todo
inmortales) evitaron el paso del tiempo y se mantuvieron enérgicos, jóvenes y
vigorosos para siempre.
(Las manzanas cumplían la función que entre los dioses
griegos cumplían el néctar y la ambrosía; al primero lo tomaban y a la segunda
la comían, y eso los mantenía jóvenes).
Estas manzanas fueron consideradas una posesión muy
preciada. Idun las guardaban en un cofre mágico que tenía la siguiente
característica: no importaba el número de manzanas que se extrajeran del
frasco, siempre quedaban dentro el mismo número (no se terminaban nunca).
Idun, entonces, distribuía este fruto mágico entre los dioses,
que eran los únicos que tenían permiso para saborearlas; en cambio otros grupos
como los enanos o los gigantes no eran convidados.
Un día, Odín, Loki y otros dioses emprendieron una de sus
habituales excursiones a la tierra de los humanos. Después de deambular durante
algún tiempo, cansados y hambrientos, los dioses mataron a un buey y prendieron
un fuego para asarlo. Para su sorpresa, a pesar de las llamas y el tiempo que
había transcurrido con el buey asándose, la carne no se cocinaba. Pasadas unas horas,
pasaron a sospechar que allí se ocultaba algo mágico.
Y vieron un águila posada sobre árbol; el ave era en
realidad el gigante Tiasi, disfrazado de pájaro para engañar a los dioses. El
ave habló y dijo:
“Efectivamente el buey esta hechizado”, y prometió
retirar el hechizo si ellos le daban tanta comida como pudiese comer.
Los dioses aceptaron. El águila descendió, avivó el fuego
con sus alas y la carne consiguió asarse. El águila decidió tres cuartas partes
de la carne lo cual le pareció demasiado a Loki, quien indignado agarró una
estaca y se la empezó a clavar al pájaro, olvidando que el ave estaba dotada de
poderes mágicos y que era en realidad un gigante.
Para su consternación, uno de los extremos de la estaca
se quedó adherido al lomo del águila y el otro, a su mano. El águila levantó
vuelo y Loki fue remontado sobre las piedras, a través de las zarzas, por un
largo rato. A Loki no le quedó otra que pedir clemencia a lo que el águila
aceptó pero a cambio de algo: le hizo prometer a Loki que sacaría a Idun hasta
el exterior del Asgard para poder hacerse con ella y sus frutos mágicos. Loki
le dio su palabra, fue liberado y regresó hasta donde estaban Odín y los otros
dioses pero no les dijo nada acerca de la condición que le había sido impuesta,
el pacto que había sellado con su captor.
Una vez regresado, Loki ideó un plan para hacer salir a
Idun de la morada divina, a efectos de que el gigante Tiasi pudiera raptarla.
Hizo lo siguiente: le dijo a Idun que fuera hasta un
lugar un poco alejado en donde crecía un árbol que producía las mismas manzanas
que ella atesoraba e instó a que Idun llevara las suyas para poder compararlas.
(Idun y Loki)
Idun le creyó y salió con las manzanas hasta el lugar
indicado por Loki para comprobar el prodigio y entonces el gigante Tiasi,
escondido y aún convertido en águila, tomó a Idun con sus garras y la
transportó velozmente hasta su hogar en Thrymheim.
Aislada de sus compañeros divinos, Idun languideció, se
volvió triste y pálida; y ahí la tenía el gigante cautiva, ansioso por comerse
las manzanas mágicas pero resulta que el frasco en el que Idun las guardaba
sólo podía abrirse si ella lo autorizaba expresamente. Las manzanas únicamente
se podían sacar previa autorización de Idun.
Y el gigante le dijo que la mantendría secuestrada hasta
que le permitiera comer las manzanas.
Pasó el tiempo, Idun, exiliada con sus manzanas, y los
dioses del Asgard sin poder comerlas, de modo que al pasar el tiempo fueron
perdiendo los efectos benéficos de aquellas manzanas y empezaron a notar el
paso de las jornadas, acaso la juventud y la belleza comenzaron a menguar, tras
lo cual se les ocurrió buscar a la diosa ausente.
Indagaciones concluyentes revelaron que había sido vista
por última vez en compañía de Loki. Odín interrogó Loki quien terminó confesando
que la había entregado al gigante Tiasi.
Loki fue amenazado por el resto de los dioses que le
dijeron que sino conseguía recuperar a Idun lo iban a matar. Loki, entonces,
ideó un nuevo plan: tomó prestado el plumaje de halcón de la diosa Freia, que
le permitía volar, y voló nomás hasta Thrymheim, donde estaba el gigante.
Y encontró finalmente a Idun, sola, lamentando
tristemente su exilio. Loki, aprovechando la ausencia del gigante, no perdió
tiempo y transformó a la diosa en golondrina y la hizo volar junto a él,
siempre con el frasco de las manzanas con ellos. Pero, debían volar muy rápido,
porque el gigante seguramente descubriría la fuga y los iba a perseguir y era
mucho más veloz que ellos.
Y así sucedió: Loki, junto con Idun, volando a la mayor velocidad
posible y Tiasi, convertido en águila, persiguiéndolos desde atrás y casi
alcanzándolos pero había un pequeño detalle: al llegar al Asgard los poderes de
Tiasi languidecían, entonces Loki e Idun tenían como meta alcanzar los límites
de la morada celeste antes que el gigante.
Loki y la golondrina llegaron apenas unos instantes antes
que el gigante al Asgard, y los dioses lo atacaron con un fuego que habían
preparado y el águila se incendió, cayó, y los dioses terminaron de matar al
pájaro. Rápidamente, empezaron todos a comer las manzanas y tuvieron nueva
lozanía.
Luego, pensaron que los gigantes iban a querer vengar la
muerte de Tiasi, entonces pusieron los ojos de este gigante en el cielo, a modo
de constelación, para que sus posibles vengadores no se enojaran. Los gigantes
se enojaron igual pero eso ya es otra historia ...".
Finalizada la historia, Dolina filosofa en torno a las manzanas doradas, presentes también en los mitos griegos, que según RobertGraves no eran otra cosa que naranjas.
Acompaña la charla la canción "Flor de la juventud", interpretada por el propio Dolina y María Marta Pizzi, que pueden disfrutar hacia el final del audio que acompaña el presente post.
Anteriores historias de los mitos nórdicos:
- El Robo del Martillo de Thor.
- El Castigo de Loki.
- La construcción de la muralla del Asgard.
Saludos.
SirThomas.
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