Compartimos con ustedes la historia detrás de la
construcción de la muralla (o fortificación) del Asgard, el lugar en donde
moraban los dioses de la mitología nórdica. Como de costumbre, convocamos al
señor Alejandro Dolina y la troupe de La Venganza Será Terrible que en su
programa del 10-03-2008 hablaron sobre este espinoso suceso de los mitos
nórdicos.
En esta oportunidad, hemos hecho una suerte de mixtura (más que nada en la introducción)
entre el audio original y redacción propia pero la mayor parte se basa en la
charla que citamos.
Pueden hacer click en play aquí debajo y seguir la
lectura con el audio de fondo, si así lo desean. Al final, el link por si
quieren descargarse el archivo.
“... Los dioses del Asgard estaban preocupados por la
seguridad de su morada. A la entrada de la ciudad habían construido un puente,
llamado Bifrost, que les permitía a los dioses viajar hasta el Midgard (el
mundo de los hombres). Este puente también servía para trasladarse hasta el
manantial Urdar, que estaba custodiado por el señor Mimir, que a su vez velaba
por la seguridad de la fuente que llevaba su nombre, ubicada al pie del mítico
fresno Yggdrasil, que tenía sus raíces en el centro de la tierra y que arañaba
el cielo con sus ramas más altas. La fuente de Mimir era famosa porque allí se
obtenía la sabiduría, y el príncipe de los dioses, Odín, fue un día a verlo a
Mimir para pedirle tomar un trago de esa fuente para convertirse en sabio a lo
que el guardián le contestó que podía hacerlo pero el precio era un ojo de la
cara. Odín se arrancó un ojo y desde entonces quedó tuerto pero sabio.
Como decíamos, los dioses estaban preocupados por la
seguridad de su morada ya que luego de la guerra contra los Vanir, la antigua
muralla que los resguardaba había quedado totalmente destruida, y bien podrían
utilizar el puente Bifrost para invadir el Asgard.
Ante esta situación Heimdal fue designado para vigilar a
toda hora el puente. Hijo de Odín y de nueve mujeres gigantes que lo nutrieron
de sangre de jabalí, Heimdal poseía una vista aguda, un fino oído y podía estar
sin dormir durante varios días. Su percepción era tan extraordinaria que por
ejemplo podía oír el ruido que hace el pasto al crecer.
Ahora bien, a pesar de la vigilancia atenta de Heimdal,
los dioses no estaban del todo seguros en el Asgard y sentían temor de que los
gigantes treparan hasta las moradas celestes. Entonces llegaron a la conclusión
de que debían construir una muralla para resguardarse de los posibles ataques
de sus enemigos.
Mientras debatían cómo lo iban a construir, se les
presentó un desconocido que dijo que era constructor y trajo una oferta para
llevar a cabo la obra. Ofreció construirles una muralla inexpugnable pero el
precio que pedía a cambio sonó excesivo a los oídos de los dioses: solicitó el
sol, la luna y a Freyia, la diosa de la juventud y la belleza.
En verdad, ese constructor desconocido no era otro que el gigante Hrimthurs, dueño de los poderes mágicos más impresionantes y enemigo de los dioses. Sus poderes eran tan eficaces que incluso había disimulado su carácter gigantesco convirtiéndose en un ser de proporciones normales para poder engañar a los dioses del Asgard.
En verdad, ese constructor desconocido no era otro que el gigante Hrimthurs, dueño de los poderes mágicos más impresionantes y enemigo de los dioses. Sus poderes eran tan eficaces que incluso había disimulado su carácter gigantesco convirtiéndose en un ser de proporciones normales para poder engañar a los dioses del Asgard.
En primer término, los dioses consideraron que el precio
a pagar por la realización de la muralla era demasiado alto y lo echaron.
Cuando Hrimthurs ya había emprendido la retirada, apareció en escena Loki, quien
convenció a los dioses del Asgard para que hicieran un trato con el forastero
pero de tal modo que el constructor no lo pudiera cumplir. Llamaron al
expulsado y le dijeron que podía hacerlo siempre que la fortaleza estuviera
terminada en el transcurso de un invierno y que el trabajo se realizara sin
ninguna ayuda más que la de su caballo.
El gigante aceptó las condiciones que le pusieron y
comenzó a trabajar a toda velocidad.
Cuando empezó con el trabajo, los dioses observaban sorprendidos
cómo el constructor transportaba pesados bloques de tierra, edificaba a toda
hora, y la construcción de la fortaleza avanzaba a pasos acelerados. No habían
pasado muchos días cuando los dioses se dieron cuenta de que más de la mitad de
la obra ya había sido realizada por este desconocido y su caballo, que se
llamaba Svaldifari.
(El gigante y su caballo)
A poco de finalizar el invierno y el tiempo estipulado
para que terminara la muralla, al constructor le faltaba solamente una puerta,
y los dioses calcularon que la concluiría en una noche. Preocupados por tener
que pagar la recompensa (recordemos que le habían prometido darle el sol, la
luna y a Freyia), increparon a Loki, que era el que había tenido la idea, y lo
instaron a que se las ingenie para impedir que el constructor lograra terminar
el trabajo, caso contrario lo amenazaron con matarlo.
La astucia de Loki estuvo a la altura de la situación.
Decidió esperar hasta la última noche previa a la finalización del invierno y
buscó al caballo Svaldifari. En determinado momento Loki observó que el caballo
iba por el margen de un bosque arrastrando un bloque de piedra enorme, que era
el último que faltaba para terminar la muralla. En ese momento, Loki se
convirtió en yegua y salió corriendo delante del caballo Svaldifari para
atraerlo. Cuenta la leyenda que Loki relinchó de una manera tan incitante que
Svaldifari largó el bloque de piedra y salió corriendo detrás de la yegua.
Desde luego, su amo, el gigante encubierto, empezó a
correrlo desde atrás a los gritos pero no lo pudo detener pues el llamado de la
lujuria es imposible de ser desoído.
Loki, siempre convertido en yegua, siguió galopando y
relinchando del modo más seductor y lo llevaba más y más lejos, hasta las
profundidades del bosque. Loki galopó tanto que terminó la noche y llegó el
amanecer. Logró su cometido: demorar al gigante en su tarea hasta que se
cumpliera el plazo previamente establecido.
(Allí detrás lo vemos a Loki convertido en yegua y el caballo como loco presto a seguirlo)
Loki se puso muy jubiloso por el éxito de su plan pero
cometió un error: detuvo su marcha, tras lo cual fue embestido por el caballo
Svaldifari. Y así terminó la historia.
El gigante Hrimthrus volvió enojado por el fraude de que
había sido víctima, asumió nuevamente sus proporciones de gigante, con lo cual
sorprendió a todos los dioses, y cuando estaba a punto de desatar toda su
violencia ante los dioses del Asgard apareció súbitamente Thor que lo mató con
su famoso martillo.
A pesar de haber cumplido con su palabra, Loki fue
reprendido por los dioses por su falta de criterio aunque no recibió castigo
alguno: ya había sufrido demasiado con la embestida que le propinó Svaldifari.
Con el tiempo, en uno de esos nacimientos milagrosos de
los que hablan los mitos, Loki dio a luz a un caballo de ocho patas, y ese
caballo fue nada más ni nada menos que Sleipnir, que se convirtió en la monta
preferida del Odín ...”.
Acompaña la charla, el vals “Loca de Amor”, por Horacio Salgán y Ubaldo De
Lío que pueden escuchar en el audio original.
Para descargarse el audio original de la charla, favor de seguir ESTE link. Si desean bajarse otros audios con los programas completos de La Venganza recuerden pasar por "Venganzas del Pasado".
Bien vale recordar los otros dos posts en donde comentamos mitos nórdicos: El robo del martillo de Thor y El castigo de Loki.
Saludos.
SirThomas.
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