Tuesday, January 12, 2010

SirWork. Acortinados.

Luego de más de 18 meses de intensos reclamos, sucedió el milagro: nos pusieron las cortinas en las ventanas de la oficina.


(Las tan ansiadas cortinas)

Sí, señores, así como leen, tanto esfuerzo y empeño puesto en cada queja finalmente rindió sus frutos y ahora podemos trabajar en un ambiente confortable. No, bueno, en realidad todavía tenemos el problema del "aire acondicionado central", con lo cual el calor aún se siente y hace de las suyas en el ambiente. Abrir las ventanas de par en par es una posible solución, para que "corra" el aire y refresque un poco la oficina, pero cuando ese aire que ingresa es caliente, por más que le ponga onda, no va a refrescar mucho que digamos. Aparentemente se está evaluando el tema (vale acotar que por momentos el "aire" se había arreglado, pero nunca funcionó más de tres días consecutivos de manera correcta y finalmente se terminó quemando uno de los motores (?) y palmó for ever, hasta tanto no se reemplace la pieza que tendría un costo -sumando mano de obra y algún otro desperfecto- de unos 10 mil pesos, aparte de que del tema debería encargarse la "administración" del edificio ya que la rotura se produjo por un "error de ellos" (sintetizando y sin entrar en detalles) pero resulta que la "administración" no quiere o entiende que no debe hacerse cargo y en de mientras, los popes de la Editorial no disponen de flujo de efectivo para efectivizar el arreglo). En fin...

Pero volviendo a la buena nueva (?), recordemos un poco la historia de estas particulares ventanas, la oficina y sus vicisitudes:

Desde el momento mismo de la mudanza de las oficinas de la editorial jurídica en la que trabajo, se presentaron dos problemas centrales: el aire que andaba mal (ya detallado) y el calor incesante que ingresaba por las ventanas (que dan a la calle).


(Las ventanas, desnudas)

Iniciados los reclamos pertinentes, y ante la insistencia de los mismos, las autoridades de la empresa "amagaron" con instalar las cortinas, mediante un truco conocido como "engaña pichanga" que consistió en enviar dos colocadores de cortinas (?) a medir las dimensiones de las ventanas, evaluar cómo podrían colocarse y demás cuestiones que hacen a su trabajo. Los miembros de la redacción volvían a sentirse esperanzados, pero no por mucho tiempo. Luego de este vil engaño, más de 8 meses pasaron sin que se tuvieran noticias de las cortinas anheladas. Ante nuevas requisitorias, la respuesta era siempre la misma: "estamos en eso (?)", o "ya en cualquier momento van a venir a ponerlas". A todo esto, un verano más pasaba (época en donde las quejas se escuchan más fuerte y seguido, claro), con su otoño, invierno y primavera correspondientes.

Cuando las temperaturas volvieron a subir, llegada la estación de las flores, los reclamos afloraron nuevamente pero ante la ausencia de respuestas, la redacción en pleno tomó la decisión de empapelar las ventanas a fin de aplacar un poco los potentes rayos solares que calentaban día tras día la oficina.


(La solución pasajera, el empapelado)

Volvió a pasar otro verano, y pese a las protestas, la solución no llegaba. Cuestión que llevó a los empleados de la Editorial a tomar las calles y hacer aún más visibles sus protestas.


(Los empleados, entremezclados entre agrupaciones de izquierda, marchan en reclamo por las cortinas prometidas).

Y bueno, finalmente, tras tantos pedidos y cuando las esperanzas que quedaban eran casi nulas, llegó el día e instalaron de una buena vez las ansiadas cortinas, que ahora decoran elegantemente las ventanas de nuestra oficina y las del resto.


(Las cortinas, sonríen (?) para las cámaras)

Para conocer más acerca de esta historia, pueden visitar el post "Empapelados".

Saludos.
SirThomas.

6 comments:

César said...

Enhorabuena, ahora, cada vez menos para que vuelva UPD!! :D

Estuve en la marcha recuerdo.

SirThomas said...

Gracias Cesc por haber estado en la marcha y por los denonados esfuerzos para que vuelva upd, se de la presión que estás ejercidiendo ante las autoridades; esperemos que podamos volver; marzo podría ser una fecha tentativa.

Saludos y gracias por pasar.

Anonymous said...

Bien que puedo opinar de este post en el cual al trabajar con vos y al estar yo más cerca de la ventana que vos sufro el calor. Recuerdo cuando nos mudamos que hicimos cambio de lugares porque a vos te toco al lado de la ventana y yo soporto mucho más el calor que vos.
Fue muy dura la espera de las tan mentadas cortinas, algunos de nuestros compañeros fueron acusados de sindicalistas, otros de provocar bronca con el mismo mauricio por el clima caluroso de buenos aires. Pero bueno trabajamos mirando al obelisco y eso tiene su precio. El precio del calor.
Por último queria dejar por sentado algo que SirThomas omitió. El tema es que debajo de la editorial hay una pancheria donde hacen un pancho con cebolla rehohada y cuando estan abiertas las ventanas para que corra aunque sea ese aire caliente que emana del asfalto, sentimos ese olor a cebolla colandose por toda la redacción.

SirThomas said...

Vale agregar que el cambio de lugares fue de mutuo acuerdo por el bienestar de la redacción toda :P

Bien por el agregado de la panchería, lo había omitido.

Saludos y gracias por pasar María.

1+ said...

Me parece que 8 meses es un plazo razonable para semejante proyecto de diseño... Creo que "Cortinas venecianas II" es una de las materias más difíciles de Arquitectura (?)
Saludos y felicitaciones por el pequeño gran logro.

SirThomas said...

1+
No es un trabajo sencillo, usted lo ha dicho.

Saludos y gracias por pasar.