En SirHistorias volvemos a desandar los mágicos caminos
de los mitos nórdicos para encontrarnos, allá por el kilómetro once,
con la historia detrás del casamiento entre Niord y Skadi y la estrecha
relación que este suceso tiene con la duración de la primavera (o verano si querés) y el largo
y frío invierno nórdico. De paso, aprovechamos la ocasión para “estrenar” la
sección de Mitos y su subsección de mitos nórdicos para que tanto los lectores
como quienes hacemos el blog encontremos más fácilmente esta serie de
historias.
Como solemos hacer habitualmente en este espacio,
solicitamos la intervención del señor Alejandro Dolina y la troupe de La
Venganza Será Terrible ya que en su emisión del día 01 de noviembre de 2007 versaron
sobre este tema de innegable actualidad. Aquí debajo, el audio para escuchar
online mientras leen el relato.
Si lo quieren escuchar aparte deben seguir ESTE
link.
En el audio que compartimos, la charla se inicia con un
breve repaso de otro suceso similar ocurrido en la mitología griega que para
que no entorpezca lo que aquí nos interesa contar o comentar lo hemos puesto al
final del texto. Aclaración que sirve también para entender el comienzo del
relato.
“... contaremos la historia de un país que cuenta con una
estación primaveral (cálida o de verano) de sólo tres meses de duración y un largo
y frío invierno el resto del año, contrariamente a lo que ocurre en Grecia, en
donde los “inviernos” duran tres meses y después todo el tiempo es carnaval, o
gozan de nueves meses con temperaturas más agradables (aquí lo que decíamos,
concluido el mito nórdico encontrarán el repaso sobre la explicación griega de
las estaciones según sus mitos).
La historia es esta:
Los dioses clásicos de los mitos nórdicos son los Ases,
y vivían en el Asgard; pero también había otras divinidades que vivían en otras
localidades; allí estaban los dioses del mar y del viento, los Vanas/Vanir,
que vivían en Vanaheim. Cuando los palacios dorados del Asgard todavía no
habían sido construidos existió una disputa entre los Ases y los Vanas/Vanir.
Hubo una guerra tremenda entre ellos, en la que se utilizaron grandes rocas y
hasta montañas enteras como proyectiles, lo que nos recuerda a los
enfrentamientos entre los titanes y los dioses del olimpo griego.
Finalmente se declaró la paz y para ratificarla se hizo
el siguiente acuerdo: un representante cualquiera de los Ases pasaría a vivir
en el Vanaheim, junto a los Vanas/Vanir, y un Vana/Vanir pasaría a vivir en el
Asgard. Ambos huéspedes debían ser respetados y recibidos de la
mejor manera en cada uno de los reinos.
Niord,
que era un Vana, fue hasta el Asgard, y Hoenir, que era el hermano de Odín, fue
a vivir al Vanaheim.
Ahora bien, Niord era el encargado de los vientos,
también de los mares cercanos a la costa, y era quien sosegaba las terribles
tempestades perpetradas por Egir, el
dios del mar profundo, y también extendía su protección especial sobre la pesca
durante los cortos meses del verano, de los cuales él estaba considerado en
cierta medida su personificación; él era el verano.
Siempre se lo creyó un dios muy bien parecido, buenmozo,
y se lo invocaba para que acelerara la llegada del calor, para que favoreciera
las cosechas y para asuntos más particulares; en tiempos históricos se creía
que Niord bendecía las embarcaciones que entraban y salían de los puertos, razón por la cual los templos consagrados a su figura estaban siempre situados cerca de la costa.
Allí se hacían juramentos o se brindaba en su nombre. Pero vamos a ver por qué
vino a ser Niord la personificación del verano.
La primera esposa de Niord había sido Nerthus,
nada menos que la madre tierra, pero se vio obligado a separarse de ella cuando
tuvo que ir a vivir al Asgard, producto del acuerdo de paz que ya mencionamos.
Allí lo trataron muy bien, ocupó uno de los once asientos
divinos, y participaba de las reuniones de consorcio que hacían los dioses en
las que se decidía sobre el devenir del Asgard. Por allí andaba Niord cuando un
día se presentó en el Asgard la hermosa Skadi,
que era hija de un gigante (Thiazi),
que era otra estirpe dentro de la mitología nórdica y que vivían en el Jötunheim.
Skadi llegó hasta el Asgard para
quejarse por la muerte de su padre, víctima del poder de los Ases, y para pedir
una compensación. Dice el mito que Skadi era muy hermosa, tanto que enseguida
le dieron la razón, e intentaron tranquilizarla y contentarla con todo tipo de
regalos. Pero Skadi estaba tan enfurecida que reclamaba incluso la vida de
algunos de los dioses, y los Ases no supieron qué responder.
(La tierna y dulce Skadi)
Entonces apareció Loki, el más travieso de los dioses del
Asgard, a quien se le ocurrió una idea para apaciguar el enojo de Skadi:
hacerla reír. Comenzó entonces a realizar todo tipo de bromas y morisquetas
para lograr su cometido. Por ejemplo, tomó un hilo invisible, se ató un chivo
al cuerpo y se echó a correr, generando las risotadas de Skadi. Aprovechando
este buen estado de humor, los dioses le señalaron el cielo, donde habían
puesto los ojos del padre de Skadi que brillaban como dos estrellas radiantes. Y
finalmente le dijeron que ella podía elegir como esposo a cualquiera de los
dioses presentes en la reunión pero con una condición: a su candidato debía
elegirlo mirando únicamente los pies. Y Skadi, que ya estaba muy divertida,
aceptó.
Los dioses entonces se entremezclaron, se pusieron todos
en fila, y dejando ver sólo sus pies, quedaron predispuestos al examen de
Skadi. La señorita quedó admirada ante un par de hermosos pies, exentos de toda
impureza. Skadi estaba convencida de que aquellos pies pertenecían a Balder, el
más bello de los dioses que aún vivía (recordarán ustedes que luego moriría por
la acción conjunta de Loki y una simple hojita de muérdago). Pero estaba
equivocada. No eran los pies de Balder.
Skadi descubrió finalmente que había elegido a Niord y no
le quedó otra que comprometerse con él. Después de todo Niord era bastante
apuesto, no tenía la belleza de Balder pero no estaba tan mal tampoco.
Luego de la boda Niord llevó a su esposa a Nóatún,
un palacio cercano a la costa. Pero allí comenzaron los problemas. Skadi no se
sentía cómoda en la costa. Le molestaba el sonido de las olas, los chillidos
de las gaviotas y los gritos de las focas. Entonces le dijo a Niord que era
imposible permanecer más tiempo allí y le imploró que la llevara a su Thrymheim
natal o sino al Jötunheim de los gigantes. Y Niord, ansioso por complacer a su
esposa, aceptó sin problemas.
Pero cuando llegaron a aquellas regiones montañosas,
Niord descubrió que no podía estar tranquilo porque le molestaban el atronar de
las avalanchas, el crujir del hielo, el rugido de las cascadas y el aullido de
los lobos. Es decir, los dos se sentían incómodos si permanecían demasiado
tiempo en los terruños del otro.
(Niord y Skadi tumbo al palacio de Nóatún)
Entonces, llegaron a un acuerdo y alternaron la locación
de su nido de amor de la siguiente manera: Skadi pasaría tres meses en el
palacio de Nótaún donde Niord podía desplegar sus bondades estivales para
ejercer como dios del verano; y luego permanecerían en el Thrymheim o en el Jötunheim
durante nueve meses. Y esas jornadas vinieron a ser los tiempos invernales.
Y esta es la explicación de los escasos meses de verano
que disfrutan los suecos, noruegos y daneses y los nueve meses de bajas
temperaturas que deben soportar ...".
Acompaña la charla el tango “A mi dejame en mi barrio",
interpretado por el genial Edmundo Rivero.
Serie de Mitos nórdicos (que a partir de ahora pueden seguir a través de su etiqueta propia):
La construcción de la muralla del Asgard.Serie de Mitos nórdicos (que a partir de ahora pueden seguir a través de su etiqueta propia):
(Ahora sí, volviendo al comienzo de la charla) Este mito nórdico está relacionado o tiene su parangón dentro de los mitos griegos con la historia de Deméter y su hija Perséfone, que es una explicación mítica de las estaciones. Resulta que Deméter tenía una hija llamada Perséfone y el rey del infierno Hades al verla se enamoró; tan grande era el entusiasmo que le agarró, que directamente raptó a la chica y se la llevó al infierno. Entonces Deméter, quien era la diosa de la fertilidad, de las plantas y de las flores, se enojó tanto que en señal de protesta por este secuestro privó al mundo de ese florecer; y toda la hélade y todo el mundo quedaron en la aridez más absoluta. Dadas las circunstancias y las protestas de quienes se veían perjudicados por la decisión de Deméter, fueron a hablar con Zeus quien arregló un trato. Perséfone se casaría finalmente con Hades, el rey del infierno, pero permanecería sólo tres meses al año en sus aposentos, y así se hizo. Y esa es la explicación griega de los tres meses del invierno.
Saludos.
SirThomas.
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