Tuesday, January 20, 2009

Fidelidad Kiosquera.

Damos el click pertinente en nueva entrada, titulamos el post, Fidelidad Kiosquera y nos largamos a escribir, a trasladar al "papel" aquello que teníamos pensado escribir, aquello que veníamos lucubrando en nuestro cerebro, buscando las palabras, las formas, las oraciones, las frases, los recursos, los giros, que adornarían, de alguna u otra manera la entrada en cuestión, para que los lectores del blog puedan leer esos pensamientos que acabarían transformados en esta entrada que titularemos "Fidelidad Kiosquera" y que versará sobre los kioscos y la fidelidad, dos cuestiones que parecerían estar en los extremos pero que, en lo que concierne a SirThomas, se juntan hasta estrecharse las manos e incluso llegan a colaborar con las monedas.

Antes de comenzar con el post en cuestión, esta (cuál? ésta) es una inmejorable oportunidad (?) para comentar que últimamente no venimos actualizando el blog por diversos motivos, pero principalmente por dos cuestiones: a) el enorme volumen de trabajo que tuvimos durante estas dos primeras semanas del primer mes del año, que nos dejan el cerebro fritado (?) al término de cada jornada, debido a la enorme concentración que conlleva, por ejemplo, cambiar, modificar, sustituir, cincuenta artículos del Código Fiscal de la PBA o de la CABA; y b) el pasaje de ideas del cerebro al papel no se está logrando realizar correctamente, algo en el medio falla, hay una especie de ruido que se interpone entre lo que uno piensa y va "redactando" mentalmente y lo que luego se quiere escribir y trasladar al "papel.

Esto último es algo que me genera mucha bronca, sobre todo cuando me pasa tan seguido, o cuando vengo pensando en un tema durante varios días o semanas y no logro plasmarlo en el papel, y le sigo dando vueltas, y en cada vuelta lo originalmente pensado se va tergiversando y no queda como uno lo había pensado inicialmente, queda peor o mejor, pero luego esas ideas se pierden en nuestro cerebro, muchas regresan mejoradas pero otras, las que muchas veces uno creyó mejores, no vuelven jamás, o vuelven, pero muy distintas y sin esa "chispa" original. También, vale reconocer, las ideas no fluyen tan seguido como cuando dimos inicio al blog (?).

Bien, ahora sí, vamos directamente con lo que queremos comentar acerca de los Kioscos y la fidelidad.

Básicamente, diremos que SirThomas le es fiel a uno o dos kioscos, tres, a lo sumo, si alguno de los dos primeros no está disponible.

La elección del kiosco al cual finalmente le será fiel nuestro redactor en jefe, se basa casi que pura y exclusivamente en la atención que reciba. Si la atención es buena, cordial, amable, y, debemos decirlo también, rápida (al menos en las primeras visitas al lugar, luego, por lo dicho anteriormente, si la atención se retarda, se espera pacientemente), ese kiosco será el elegido. Es fundamental (?) que el kiosquero no intente hacerse el canchero o el amigo con uno, esas personas que apenas le decís hola, te hablan como si te conocieran de toda la vida, no suelen generarme simpatía, y es algo que muchas veces intentan hacer aquellas personas que atienden al público (los vendedores que trabajan en casas de ropa o electrodomésticos, son los que tienen el porcentaje más alto de este tipo de personajes). Yo te compro, vos me vendés, te pregunto sobre el precio, contestás el precio, si luego con el tiempo nos vemos seguido porque elegí este kiosco para hacer mis compras, bueno, quizás te comente algo más que sólo "dame un phillip común", pero hasta que eso no suceda, yo te compro, vos me vendés, cordialmente, amablemente, la sonrisa está permitida, sí, desde luego, algún chiste al pasar también, pero no me hagas la del amigo-canchero porque eso me fastidia.

Me preguntan si los precios tienen incidencia en la elección?

Contesto: Los precios no tienen mucha incidencia en la elección, primero porque más o menos, todos tienen todo a valores similares, y las diferencias, salvo casos extremos de rateros que visten de kiosquero, no suelen superar los 25, 50 centavos, o el peso, como tope máximo aceptado.

Y por qué decimos uno, dos, a lo sumo tres, kioscos? Bueno, porque uno corresponde al más cercano al hogar de SirThomas, y el segundo al más cercano al trabajo, un tercero (aunque podríamos agregar a un cuarto llegada la necesidad) viene a reemplazar a los kioscos 1 y 2.

Como resulta que tuve un par de mudanzas en los últimos tiempos, tanto de mi hogar como de mi trabajo (no, no me cambié de trabajo, la oficina ahora no está donde estaba sino en otro lugar) tuve que realizar una nueva selección de kioscos y puedo decir que estoy más que conforme con los lugares elegidos. Extenderme sobre las cualidades de uno y otro no tendría mucho sentido, porque básicamente cumplen con los requisitos enumerados anteriormente, con lo cual ya estaríamos en condiciones de ir conluyendo el post.

Solamente agregaré que uno queda a la vuelta de casa (?) y es atendido por una señora de jóvenes cincuenta años (según nuestro cálculos aproximados), y el otro a la vuelta del laburo (?), atendido por una joven pareja, ambos muy simpaticones. Este último se mantiene cerrado desde comienzos de año, (por vacaciones suponemos, porque no tiene colgado o pegado, en su puerta o persiana, el típico cartelito que avisa "cerrado por vacaciones desde el día x hasta el día y del 1, INCLUSIVE, aclaran muchos ahora), algo que me puso un tanto nervioso, debo confesar, porque me vi obligado a buscar otro kiosco y serle infiel a uno de mis preferidos, no es lo mismo comprar en el kiosco "de uno" que en cualquier otro cochino (Meme Mr) kiosco.

Saludos.
SirThomas.

10 comments:

Unknown said...

jejejej "cochino"
el que avisa no es ladron!.-

Coincido con el post (lo lei todo, sos un hdp... la palabra "breve" no esta en el diccionario del staff¿?)

Soy fiel a 2 kiscos,
uno cerca del laburo y otro al frente de casa
(al cual le soy infiel cuando tengo que ir a comprar "globitos",
me da verguenza pedirle a mi kiosquera, ademas de ser la "chusmeta" del barrio).-

Como bien marcas, no pasa por una cuestion monetaria,
en mi caso es por afinidar y trato hacia mi persona!.-

Gloria Sir.-

1+ said...

Yo soy definitivamente fiel no sólo al kiosco sino a otros tipos de comercio (minimercado, laverap, etc.) y en eso nada tiene que ver el precio sino la forma en que soy atendido. De hecho, cuando el año pasado me mudé a este barrio, un par de veces compré puchos en un kiosco que está a una cuadra y no me gustó cómo me atendieron, así que desde entonces camino tres cuadras y se los compro a un viejito recopado, todos los días. Saludos.

SirThomas said...

Meme.
Es sabido que el poder de síntesis no es mi fuerte, sobre todo a la hora de escribir, "hablando", no suelo extenderme tanto (?)

El dato de los globitos, es tal cual jaja.

Saludos.

1+
Gracias por el testimonio, es tal cual lo que quería expresar y veo que se entendió cabalmente la idea. Pensé en agregar otros comercios, como el que usted cita o el del puesto de diarios, por ejemplo, cada uno tiene "su" canillita, que es el ejemplo más clásico, quizas.

Saludos y gracias por pasar.

Cinzcéu said...

Coincido en lo general aunque me cuesta ser fiel a un kiosco por razones ajenas a mi decisión: por ejemplo, el kiosco cierra. Tengo un mapa de opciones de fidelidad pero reconozco que me cuesta desviarme un par de cuadras (y otro par de vuelta) de mi recorrido para comprar fasos. En general, suelo ser muy fiel cliente de todo tipo de comercios donde me atienden bien pero, un día, me cambian las reglas de juego y al diablo mi fidelidad.
El post abre varios temas lindantes (por ejemplo, velocidad de atención... y de cobro: ¿tenés que sacar la calculadora para sumar 6,80 y 2,20?, ¿y tenés que tardar un minutos en darme un mango de vuelto?) en los que no quiero extenderme.
Saludos.

romivox said...

Si los vendedores rapaces son insufribles, que nos queda para la raza más insoportable del universo... los telemarketers!!!!


(igual ahora parece que está de moda mandar SMS vendiendo cosas, como hace Claro a las dos de la mañana, la puta que los parió!)

SirThomas said...

Cinzcéu.
Bien, sí, si aquel kiosco al cual le veníamos siendo fieles, cambia en algo aquello que nos hizo convertir en sus feligreses (?), deberá ser cambiado por algún otro Kiosco. Aunque debo reconocer que en mi caso eso no se ha dado mucho.

Respecto de la tardanza, es como tú dices; si les cuesta hacer cuentas "simples", y se ve que tardan en dar el vuelto, bueno, punto menos.

Saludos.

Romyvox.
Rebienvenida :)
Tú lo has dicho, los telemarketers son aún peores, pero quizás allí incide mucho más la presión por parte de sus empleadores para que sean así de insorpotables.

Lo de lo sms, de no creer (o sí, ya te meten publicidad hasta en el ogto).

Saludos.

val said...

No tengo hábitos que requieran mi paso por kioskos con cierta periodicidad, aunque sí por pequeños mercados de barrio. Y los elijo no por la cordialidad sino por la cercanía y el 'estado' de los productos que ofrezcan (precio, variedad, cantidad).

En los alrededores de mi casa son todos "supermercados chinos" salvo uno, que es el más cercano y el peor: suele no haber un carajo y muchas veces los productos están vencidos o sucios; al pibe que atiende le ofrecería mi lealtad, pero no basta con ser buena gente (al menos en el empleado).
Termino yendo siempre a alguno de los chinos, de preferencia el que tenga más variedad de productos y me quede de paso o más cerca.

Pensándolo bien, no hay ningún kiosko cerca de mi casa o de los lugares que frecuento que realmente merezca mi lealtad. Y no soy tan exigente, vamos, un poco de pulcritud, variedad de productos y simple y sencilla compostura.

SirThomas said...

Val.
Has tocado un tema mucho más arduo y polémico, que involucra a personas de origen oriental, heladeras que se prenden y apagan, pulcritud y suciedades en cantidades iguales o desparejas, olores raros, borrachos y demás, que quizás tratemos en algún otro momento.

A pesar de lo dicho en el párrafo anterior, bien vale el testimonio, que de alguna u otra manera, también nos sirve de puntapié inicial para algún proximo post.

En lo que respecta a la atención, por ejemplo (uno de los ítems tocados por tí) en minimercados o super chinos, la rapidez no es tan esencial como en un kiosco, donde por lo general uno compra un producto, o dos, como mucho y se retira. En estos locales, la compra suele ser más voluminosa, por lo tanto los tiempos son totalmente diferentes.... aunque, está claro que en este tipo de compras, encontrarse con un cajero super lento (o tan sólo lento) también rompe las tarlipes.

Saludos.

~lU said...

hola

(es la segunda vez q vengo por acá.. llegué x SHP)

sobre este post:
me molesta que el kioskero de la vuelta cada vez q voy me diga "amigaaaa" jaja

me quedó una duda.. lo escribiste vos o varias personas?

en gral:
por fin un blog donde "se habla" de películas!!!! :D

saludos!

SirThomas said...

Hola.

El post lo escribí yo. La manera de redactar de mi persona (o sea yo) a veces genera este tipo de confusiones.

Gracias por el testimonio y la esperamos cuando guste pasar.

Saludos.