El día de hoy, al igual que el pasado viernes, la lluvia azota la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sí, por si no se enteraron (también el jueves y otros días anteriores en el año, y lo más probable es que llueva nuevamente de aquí a fin de año y, posiblemente, en los años venideros), lo que me hizo recordar un par de reflexiones que justamente se relacionan con los días lluviosos, fijate vos qué casualidad más bonita.
- Adoración.
Algo que me encanta, te diría que adoro, de los días de lluvia es lo despejadas que se encuentran las veredas para caminar libremente sin tener que andar esquivando gente en el camino. Algo que es impagable, por ejemplo, si uno tiene que atravesar la peatonal Florida de punta a punta, puede ir caminando a paso tranquilo sin toparse con persona alguna; cuando decimos veredas, aclaramos que se trata de aquella parte de la “inserte sinónimo de vereda” (?) que se encuentra destechada, ya que la mayoría de los transeúntes, aterrados ante la posibilidad latente de mojarse, eligen enfilar por debajo de los techitos, incluidos los que van con paraguas, y ahí enganchamos con el siguiente apartado.
- Molestia.
Un clásico de los días lluviosos son los (o él?) paraguas, ese diabólico (?) invento que buena parte de la gente utiliza para refugiarse móvilmente del agua que cae del cielo. Clásica, también es, la escena en la que un peatón con paraguas, yendo por la parte techada de las veredas, topetea a otro con o sin paraguas, provocando caos de tránsito, quejas, insultos, molestias, estragos y denuncias en general. Aquí ya lo hemos denunciado, de hecho hemos elevado a la Legislatura porteña el proyecto de ley pertinente para que se tomen cartas en el asunto, si vas con paraguas, tené la delicadeza, la hombría (o mujería) de bien, de ir caminando por la parte destechada de la vereda, corazón de limón, no le quites lugar a aquellos que no lo llevan y que, como única solución pasajera, caminan pegados a las paredes para tratar de no mojarse tanto. Un poco de sentido común, estoy pidiendo, nada más. Sobre este tema en cuestión, más ampliado, nos quejamos en ESTE post, fechado el 9 de diciembre de 2007.
- Adoración.
Algo que me encanta, te diría que adoro, de los días de lluvia es lo despejadas que se encuentran las veredas para caminar libremente sin tener que andar esquivando gente en el camino. Algo que es impagable, por ejemplo, si uno tiene que atravesar la peatonal Florida de punta a punta, puede ir caminando a paso tranquilo sin toparse con persona alguna; cuando decimos veredas, aclaramos que se trata de aquella parte de la “inserte sinónimo de vereda” (?) que se encuentra destechada, ya que la mayoría de los transeúntes, aterrados ante la posibilidad latente de mojarse, eligen enfilar por debajo de los techitos, incluidos los que van con paraguas, y ahí enganchamos con el siguiente apartado.
- Molestia.
Un clásico de los días lluviosos son los (o él?) paraguas, ese diabólico (?) invento que buena parte de la gente utiliza para refugiarse móvilmente del agua que cae del cielo. Clásica, también es, la escena en la que un peatón con paraguas, yendo por la parte techada de las veredas, topetea a otro con o sin paraguas, provocando caos de tránsito, quejas, insultos, molestias, estragos y denuncias en general. Aquí ya lo hemos denunciado, de hecho hemos elevado a la Legislatura porteña el proyecto de ley pertinente para que se tomen cartas en el asunto, si vas con paraguas, tené la delicadeza, la hombría (o mujería) de bien, de ir caminando por la parte destechada de la vereda, corazón de limón, no le quites lugar a aquellos que no lo llevan y que, como única solución pasajera, caminan pegados a las paredes para tratar de no mojarse tanto. Un poco de sentido común, estoy pidiendo, nada más. Sobre este tema en cuestión, más ampliado, nos quejamos en ESTE post, fechado el 9 de diciembre de 2007.
- Diversión.
Otro hecho, en este caso más simpático (si es que uno no es el involucrado) está íntimamente relacionado con el punto 2: es decir, está íntimamente relacionado con aquellas personas que utilizan paraguas los días lluviosos, sumando como factor determinante al viento. No me digan que no es divertido ver cómo, por efecto del viento, algunos paraguas se doblan, se dan vuelta, y dejan a sus poseedores a la intemperie misma, sufriendo los embates incesantes de la lluvia, y su amigo, el viento. Si sos de usar paraguas, tratá de comprarte uno más o menos bueno, viste, resistente, salvo que justo la lluvia te sorprenda y, tras caer en la tentación, te compres uno de los que venden al paso por la calle. Según estadísticas, un alto porcentaje de los sujetos que sufren este tipo de accidentes son los mismos que, contradiciendo al sentido común, caminan con sus paraguas por la zona techada de las veredas. Así que, atenti.
Saludos.
SirThomas
7 comments:
Es una mierda en todo sentido la lluvia para mi Sir :P . Lo poco que puede tener de bueno (trato pero no encuentro) se ve totalmente superado por lo malo que tiene (viejas con paraguas, pelotud@s con paraguas, baldosas flojas, charchos, que se corte la luz, que se corte internet, embotellamiento de autos porque todo el puto mundo se quiere ir en auto, no conseguir taxi, mucho menos bondi, que encima viene hasta el culo, que una vieja tarde el viaje en poner las monedas porque tiene que guardar toda la mierda que llevaba para taparse, que tengas que esperar al quinto subte para subirte y encima como viajar como sardina, el viento que vuela ese artefacto diabólico (paraguas) a la mierda, que tengas que comprar un paraguas, que los que los venden se te ponen en el medio, que la gente que anda con paraguas va por debajo de los techos, las viejas con parag... ahh ya lo dije, quedo acá pero la lista sigue obviamente), en fin, es divertido que se le vuele a alguien el paraguas si está a muchos metros de distancia (o si ocurre en la vereda del obelisco o en el medio de la 9 de Julio, creo que por esto lo menciona Sir :P , me he reído y mucho, lo admito), pero deja de serlo si le pasa a alguien que justo está delante de uno.
Ya vino algún/a bolud@ (perdón si ofendo pero corrijo, BOLUD@) a decir "Sir, pero sirve para cucharita" y demás boludeces?[/LR!] Creo que frases de ese tipo son lo que más me altera de días como este.
Pido disculpas por mi inapropiado vocabulario pero sin dudas es una situación que altera mi habitual intento de correctitud.
Un abrazo Sir! Y buenísimo el post como siempre.
jaja, comentario mvp de los últimos tiempos.
Buenisimo el aporte, Cesc. Muchas cosas que mencionás quizás vuelvan en algún otro post;
Lo del Paraguas, es como decís, hay zonas muy descubiertas por donde mencionás, en donde las pobres víctimas quedan aún más expuestas y con menos recursos (?) como para protegerse.
Lo de la frase que citás, estupendo también, la tenía guardada para SirFrases jaja.
Saludos y gracias por pasar.
pd: llamativo el vocabulario chabacano viniendo de usted, pero se lo disculpa, no se preocupe :P
La lluvia está buena, es propia de países desarrollados (?), no como las porquerizas (?) tercermundistas atestadas por el calor tropical. He dicho.
Saludos.
Bien, gracias por el comentario Leo.
La lluvia tiene sus cosas molestas, pero a mi no me desagrada.
Saludos.
La lluvia "es una mierda en todo sentido" como bien señala César. La real, la imaginaria y la simbólica: tres mierdas. La lluvia tiene sus cosas molestas: todas sus cosas. Mejor aprovechar antes de la lluvia.
Gracias por pasara y por el comentario Cinzcéu.
Algunas cosas buenas tiene la lluvia, pocas, pero las tiene.
Saludos.
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