Saturday, February 18, 2012

SirHome. Cambiáme el termotanque.

Es miércoles y como todos los días al llegar casa apenas traspaso la línea que divide la fantasía de la realidad hago lo primero que suelo hacer cada vez que esto sucede: una media vuelta digna de la mejor versión del "Beto" Acosta en el San Lorenzo de los milagros y cierro la puerta de entrada con llave.

Lo que sigue luego tiene sus variantes pero por lo general deposito el attaché (palabra que, primero casi no se utiliza, al menos popularmente, y que, segundo, me he enterado buscando cómo escribirla correctamente, que, tal y como su pronunciación nos anuncia, viene del francés y está íntimamente relacionada con lo diplomático, aunque, como muchas otras palabras, tiene otras acepciones también) en su lugar predeterminado y a partir de allí, bueno, vaya uno a saber, tampoco voy a contar aquí todo lo que hago apenas llego a casa, qué se creen.

(La parte inferior del termotanque muestra los vestigios del paso del tiempo, y del agua)

Como venía diciendo, llego a mi hogar, todo transcurre como cualquier otro día, hasta que empiezo a oír insistentemente "agua correr". Sentado frente a la computadora, la escucho. Pasan los cigarrillos y el ruido persiste. Pienso para mis adentros "será que el vecino de al lado o el de arriba dejó una canilla abierta, ya la cerrarán".

Sigue pasando el tiempo, ustedes saben no se detiene, se hace la hora de la cena, voy a la cocina, y el ruido del agua corriendo se sigue escuchando. "Tal vez sea un lavarropas que está funcionando mal", se me ocurre pensar, siempre partiendo de la idea de que el ruido provenía del exterior (de mi hogar). Me preparo la comida, ceno sin dificultades, lavo los platos (aunque sea uno por costumbre lo decimos en plural) y lo que he utilizado para cocinar (no viene al caso comentar que cené unas milanesas de pollo con ensalada de repollo y zanahoria, sí, repollo y zanahora, colorado el repollo, bien), pongo la pava para prepararme el café post cena y el ruido continúa. A todo esto ya pasaron unas tres horas desde mi retorno, tiempo durante el cual el agua no dejó de correr en ningún momento.

Lista el agua para el café, me lo preparo: a pesar de estar en casa no lo hago de la manera que les mostramos en ESTE video sino de la manera que comentamos en este OTRO post, porque el café es instantáneo, acorde a mis necesidades de hombre soltero. El agua? Sí, sigue corriendo.

Poco después de haber disfrutado del café, vuelvo a la cocina. Contrariamente a la actitud que venía sosteniendo en las horas previas le presto algo más de atención para tratar de averiguar por dónde venía el ruido. Hasta ese momento como suponía que venía de otra casa no me había detenido a pensarlo sino simplemente a esperar a que el culpable se diera cuenta de la situación y le pusiera fin.

Abro la puerta que da al lavadero y me encuentro con un espectáculo dantesco:
 
(El termotanque en su contexto)

Lo inesperado se hace presente en la anécdota: el ruido provenía de mi propia casa. Sí: el ruido del agua corriendo (e inundando el lavadero) venía del bendito termotanque. Ahí recordé (para ser sincero me acordé cuando estaba escribiendo el post) que aquí mismo habíamos impulsado la Ley Nacional de Termotanques, declarando su interés nacional en detrimento de los calefones. Este hecho, de todas maneras, no nos hace cambiar de opinión ni muchos menos porque como sabrán ustedes como ahora lo se yo (no es que no lo sabía sino que al ser la primera vez que toca vivirlo en carne propia uno toma más conciencia bla bla bla), que los termotanques tienen su vida útil y llegado el momento dicen "basta para mí, hasta aquí he llegado, cumplí con mi misión en la tierra es hora de que otro me reemplace". Y así ha de suceder.

(Somos explícitos, te mostramos lo roto que quedó el termotanque)
El dueño del departamento, que no es otro que mi señor padre, una vez conocido el hecho rápidamente se puso en contacto y me giró los fondos necesarios para la adquisición del nuevo termotanque (más allá de que luego quizás compartamos parte de los gastos).

De no haber inconvenientes el lunes vienen a instalar el termotanque nuevo. Como adelanto, les dejamos esta  imagen en exclusiva:


Saludos.
SirThomas.

4 comments:

Anonymous said...

Sale bien el agua caliente?
Cariños

SirThomas said...

Excelente, como nueva, gracias Rocky.

Saludos.
Sir.

Zeithgeist said...

los termotanques son una puta mierda. Aguanten los calefones!

SirThomas said...

Aquí somos fervientes seguidores de los termotanques; los calefones también tienen sus contras.

Saludos.
Sir.