El gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, en conjunto con la empresa que maneja los subterráneos, su licenciataria y un profesional estudio de diseño (algunos sospechan que los de Shakespear -sí, casi casi como el escritor-) ha iniciado hará cosa de un año y medio el reemplazo o la modificación total y absoluta de la señalética y/o/u cartelería del subte porteño. Lo cual, a priori, puede resultar positivo pero NO si se hace de la manera que detallaremos a continuación.
Primero comenzaron con la cartelería "interna" de cada estación; la clásica "lavada de cara" que cada tanto suele hacerse en este o aquél transporte público, en parte por una cuestión meramente estética y de mejoramiento de lo realizado, en parte como un negociado más dentro de la obra pública en general.
Debido a que nuestro redactor en jefe ha dejado de utilizar este noble medio de transporte en su cotidiano andar (básicamente por mudanza) no nos centraremos en la señalética interna de las estaciones o de los "coches" del subterráneo ya que no los tenemos del todo estudiados, y en verdad, no cambian mucho la esencia de los mismos.
Nos centraremos, para ir al grano, en las famosas y míticas "Pastillas" que se pueden observar en las entradas y salidas de cada estación; también conocidas como "bocas" del subte.
Cuando nos habíamos acostumbrado a diferenciar claramente cada una de las líneas del subterráneo porteño por sus colores (Azul, Celeste, Rojo, Verde, Violeta y más recientemente el amarillo), tuvieron que venir a cambiarlo todo, y para peor. Ahora resulta que TODAS las pastillas estarán pintadas del mismo color: Amarillo. (que suponemos nada tiene que ver con el partido gobernante en la ciudad).
Para que se entienda gráficamente lo que estamos exponiendo, así lucían (y aún lucen en algunas estaciones) las bocas de subte con su cartel identificatorio correspondiente:
En la cuasi escondida estación Lavalle, todavía persiste la vieja señalética:
De lejos, y a pesar de la oscuridad, ya podemos identificar a la línea que pertenece la estación; en este caso la C.
Y así lucen ahora (click para agrandar).
Para el caminante, desde lejos o no tanto, todas lucen igual.
Si nos acercamos, podemos observar la identificación de la línea en cuestión, en este caso la B, con otra pastilla pero de mucho menor tamaño.
Y de noche?
Otro ejemplo, de la Línea C actualizada, que incluye combinaciones:
De la vereda de enfrente, olvidaron cambiarla, o están en eso (?)
Que para colmo de males, el color de esta nueva señalización global, las emparenta con el de la (ya no tan) flamante Línea H.
Desde aquí entonces, le decimos NO a este cambio.
Al respecto, pueden leer ESTA nota en la que se explica el por qué del cambio. Incluye sencillas preguntas del periodista Reynaldo Sietecase, que apelando al sentido común le consulta a Juan Pablo Picc*rdo, titular de Sbase, si "no es más fácil levantar la cabeza y saber si el subte es el verde, el rojo, el violeta. Eso, automáticamente hace que cualquier persona sepa que ahí está la línea que tiene que tomar. Pero ahora tiene todas las líneas amarillas que dicen “Subte”". A lo que el funcionario le contesta algo así como "sí, ok, pero sino hacíamos esto con qué retorno nos quedábamos", aunque en otras palabras, claro.
Leyendo el artículo sobre el Subte de Buenos Aires en la Wikip*dia, me vengo a enterar para mí sorpresa que a mediados de los noventa (o un poco antes quizás) la Línea B era verde y la D roja (hoy con los colores invertidos).
Saludos.Primero comenzaron con la cartelería "interna" de cada estación; la clásica "lavada de cara" que cada tanto suele hacerse en este o aquél transporte público, en parte por una cuestión meramente estética y de mejoramiento de lo realizado, en parte como un negociado más dentro de la obra pública en general.
Debido a que nuestro redactor en jefe ha dejado de utilizar este noble medio de transporte en su cotidiano andar (básicamente por mudanza) no nos centraremos en la señalética interna de las estaciones o de los "coches" del subterráneo ya que no los tenemos del todo estudiados, y en verdad, no cambian mucho la esencia de los mismos.
Nos centraremos, para ir al grano, en las famosas y míticas "Pastillas" que se pueden observar en las entradas y salidas de cada estación; también conocidas como "bocas" del subte.
Cuando nos habíamos acostumbrado a diferenciar claramente cada una de las líneas del subterráneo porteño por sus colores (Azul, Celeste, Rojo, Verde, Violeta y más recientemente el amarillo), tuvieron que venir a cambiarlo todo, y para peor. Ahora resulta que TODAS las pastillas estarán pintadas del mismo color: Amarillo. (que suponemos nada tiene que ver con el partido gobernante en la ciudad).
Para que se entienda gráficamente lo que estamos exponiendo, así lucían (y aún lucen en algunas estaciones) las bocas de subte con su cartel identificatorio correspondiente:
(imagen de archivo, ojo)
En la cuasi escondida estación Lavalle, todavía persiste la vieja señalética:
De lejos, y a pesar de la oscuridad, ya podemos identificar a la línea que pertenece la estación; en este caso la C.
Y así lucen ahora (click para agrandar).
Para el caminante, desde lejos o no tanto, todas lucen igual.
Si nos acercamos, podemos observar la identificación de la línea en cuestión, en este caso la B, con otra pastilla pero de mucho menor tamaño.
Y de noche?
Otro ejemplo, de la Línea C actualizada, que incluye combinaciones:
De la vereda de enfrente, olvidaron cambiarla, o están en eso (?)
Que para colmo de males, el color de esta nueva señalización global, las emparenta con el de la (ya no tan) flamante Línea H.
Desde aquí entonces, le decimos NO a este cambio.
Al respecto, pueden leer ESTA nota en la que se explica el por qué del cambio. Incluye sencillas preguntas del periodista Reynaldo Sietecase, que apelando al sentido común le consulta a Juan Pablo Picc*rdo, titular de Sbase, si "no es más fácil levantar la cabeza y saber si el subte es el verde, el rojo, el violeta. Eso, automáticamente hace que cualquier persona sepa que ahí está la línea que tiene que tomar. Pero ahora tiene todas las líneas amarillas que dicen “Subte”". A lo que el funcionario le contesta algo así como "sí, ok, pero sino hacíamos esto con qué retorno nos quedábamos", aunque en otras palabras, claro.
Leyendo el artículo sobre el Subte de Buenos Aires en la Wikip*dia, me vengo a enterar para mí sorpresa que a mediados de los noventa (o un poco antes quizás) la Línea B era verde y la D roja (hoy con los colores invertidos).
SirThomas.
4 comments:
Grande don Sir!
Estoy con usted en la crítica. Estaba muy bien el tema de la identificación por color, sobre todo a la hora de hacer combinación. A mí me ha pasado que por ir distraído veías de casualidad (con el tren ya frenando en la estación) el color de la línea a la que había que cambiar y automáticamente uno saltaba del tren. Ahora hasta que procese la letra va a estar complicado... aunque creo que están poniendo muchas minas que avisan que estación es por parlante, pero claro, ¡habrá que viajar sin auriculares!
Ya me había pasado con los tachos de basura, me había acostumbrado al color anaranjado. Ahora los tachos grises se mimetizan más con el entorno.
Los funcionarios modernos son tan buenos que ponen a prueba nuestras capacidades cada vez más seguido. Si te relajás, ¡te traga la escalera mecánica!
Abrazo!
Bien Frodo! ojo que el cambio este es sólo en las pastillas; dentro cada cual mantiene su color, al menos por ahora.
Lo de los tachos de basura no recordaba el color anterior, pero sí cuando los cambiaron por los grises que decís; buena observación lo de la mimetización.
Saludos.
Sir.
Si estaba bien, ¿por que cambiarlo?
Fundamentada tu crítica.
Correcto!
Gracias Demiurgo.
Saludos.
Sir.
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