Thursday, October 24, 2013

SirCarteles. Los únicos que saben de derecho son los abogados.

Rezan a coro y lo repiten hasta que se lo creen los flamantes egresados de la carrera apenas traspasan el Salón de los Pasos Perdidos de la facultad título en mano. Sin embargo, como sucede en cualquier profesión, hay quienes se desvían del camino y cometen errores que pueden costarles la carrera e incluso la vida.

Y cada tanto, algún cliente perjudicado por el mal accionar de su defensor jurídico, hace público su descontento colocando carteles en la bajada a la galería comercial de Cerrito y Diagonal Norte. A nuestros fotógrafos urbanos les llamó la atención el "escrache", hicieron las capturas correspondientes y nosotros la publicamos. Eso sí, hemos tachado en parte el nombre de la abogada escrachada, no sea cosa que vea este post y nos meta una demanda (?).

El polémico cartel:
Decíamos en el párrafo introductorio que los errores que cometen los abogados en un juicio x pueden afectarles seriamente su carrera (no los "convocan" más, pierden clientes, son escrachados con carteles en las bajadas a galerías comerciales, etc.) e incluso costarles la vida. 

Fíjense sino lo que le ocurrió al bueno (o malo, vaya uno a saber) de Clement Vallandigham:

Resulta que el doctor Vallandigham (1820-1871), otrora miembro de la Casa de Representantes del Congreso de los Estados Unidos por el Estado de Ohio, logró hacerse un nombre como abogado exitoso y rara vez perdía un juicio. Apelaba a todos los recursos legales que tenía a su alcance para que sus defendidos salieran airosos de los pleitos, incluso utilizando técnicas o prácticas poco habituales para la época. Podría decirse que ponía el cuerpo y el alma en cada caso. Y tanto lo ponía (en este caso el cuerpo) que un error de cálculo le costó la vida.

En junio de 1871 se le presentó un caso de difícil resolución: su defendido, Thomas McGehan era acusado de disparar y matar a Tom Myers durante una discusión en un bar de Ohio. El alegato de Vallandigham era sencillo: Myers se había autodisparado estando arrollidado en el suelo. En medio de la disputa con su defendido, al querer sacar el revólver de unos de sus bolsillos, este se accionó cuando el cañón apuntaba al propio Myers, con las consecuencias sabidas. A pesar de lo claro de su argumento, el bueno de Clement no lograba convencer al jurado, hasta que pasó a la acción.
 
Luego de reunirse con su defendido, logró proporsionarse de un revólver como el que había utilizado la víctima. Su idea era mostrarle al jurado en la práctica su teoría antes fundamentada. Colocó la pistola en uno de los bolsillos de su traje. Se situó frente al jurado. Se arrodilló. En esa posición, extrajo el arma de su bolsillo, apuntando hacia su rostro. Jaló el gatillo. Se mató.

Gracias a esta desafortunada jugada, Vallandigham "ganó" el juicio ya que el jurado, convencido de lo que había visto, declaró inocente a Thomas McGehan. El error de cálculo del abogado no hace falta aclararlo.

Una imagen de más lejos.


Saludos.
SirThomas.

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