Tiempo atrás, en este
mismo blog, centramos la atención en uno de los secretos mejor y más
celosamente guardados dentro del hermético universo de los cocineros: ¿cuántotiempo demanda y cómo hay que proceder para lograr la correcta cocción de unhuevo duro?
Además, dentro de la mítica Trilogía de los Huevos, nos animamos a investigar
los orígenes históricos de la técnica de “inmersión”,
tendiente a revelar si los elementos que estamos por cocinar están o no
aptos para el consumo y establecimos su parangón con las ordalías (o juicios de
Dios) medievales; en la tercera entrega, te enseñamos el método más eficiente
para pelar los huevos sin demoras ni inconvenientes.
Hoy, luego de algunas
dudas y de mucho diálogo entre los integrantes del blog, vamos a focalizarnos
en otro de los misterios gastronómicos que más dubitaciones generan entre los
aspirantes a cocinero, o bien entre los jóvenes argentinos solteros que viven
solos, no tienen quién les cocine y poca o limitada (que no es lo mismo)
experiencia en estos quehaceres.
Estamos hablando del
pionono y sus secretos. Ojo porque tiene muchos. De entre todos ellos hay uno que
se destaca por sobre los demás y es aquel que nos indica la cantidad exacta de
relleno que debemos “aplicar” sobre la masa para que ésta (¿cuál? ésta) no se
nos quiebre ni rompa al enrollarlo.
Si bien es cierto que
la cantidad varía según el relleno que estemos utilizando (no es que hay un
número o fórmula mágica como el clásico “el doble de agua que de arroz”) no es
menos cierto que no es tan sencillo dar con la medida justa y bien nos vendrían
al menos alguna que otra advertencia.
En este paso es donde
se produce el error más grave que suelen cometer los aprendices de chefs ya que
caen en la tentación de sobrecargar la masa, lo que conlleva al consecuente
resquebrajamiento antes dicho, según datos que nos aportó la Asociación de
Madres que les cocinan a diario a sus hijos por más que éstos hayan pasado
largamente los cuarenta.
Y este mismo error,
sumado a otro que ya comentaremos, fue el que cometió nuestro redactor en jefe
cuando experimentó por vez primera en la preparación de un pionono salado
(podría haber sido dulce pero no, fue salado).
Así le quedó el
pionono: ustedes son los jueces.
Rápidamente, una
experta en el arte de cocinar, la señorita @Pat_Pat, dio en la tecla con sólo
ver esta misma imagen que ustedes están viendo ahora y nos hizo llegar sus
consejos y comentarios a través de la cuenta personal y particular de SirThomas
en twitter:
@Pat_Pat: “Señor redactor en
jefe: Terrible. Mucho relleno y creo ver que no le puso nada para
"pegar" las vueltas. Vuelva en Marzo”.
Luego del
agradecimiento pertinente, nos surgió la duda: ¿“qué y cómo le tengo que poner
para ‘pegar’ las vueltas?, ¿acaso no es suficiente la mayonesa que incluye el
relleno?, a lo que nos contestó:
@Pat_Pat: Jaja, no, va
pintado por fuera para que se pegue la vueltita. Persevera y triunfará.
No logro comprender
cabalmente a qué se refiere con “por fuera” pero ya nuestro staff está
realizando las investigaciones pertinentes que nos permitan resolver el enigma.
A propósito del
pionono en su versión “salada” (o agridulce, o lo que fuera menos el tradicional
dulce dulce), nuestro redactor en jefe abrió a través de su cuenta personal de
FB un buzón de sugerencias para que nuestros lectores dejen sus recetas, que a continuación
las transcribimos:
María: Todos con
mayonesa
a) jamón queso huevo atún
o palmitos
b) tomate queso jamón
huevo
c) lechuga tomate
huevo palmitos
Steffi: No. El
pionono va con dulce de leche/crema/nutella/chocolate y
frutillas/duraznos/merenguitos. Frío o congelado. No está abierto a discusión,
es así.
El Sebas: Morrón
cocido, y calculo que podrías armar uno mas gourmet, con rúcula, queso parmesano,
o uno con berenjenas al escabeche? se me acaba de ocurrir.
Pat_Pat: El clásico
de mi abuela: roquefort y nueces. Básicamente pisás roquefort con un poco de
queso crema (para suavizarlo) y nueces picadas. Mi abuela le pone un poco de
whisky para darle onda. Es muy rico.
Mariana M: “El de mi
viejo es el más rico del mundo: mayonesa casera, queso, jamón, pollo cosido,
morrones asados (en la hornalla), huevo duro y palmitos... El mío: mayonesa,
queso, atún en lomitos, y huevo duro...
Si usted quiere, oh
estimado lector, sumar la suya propia siéntase libre de hacerlo, será
bienvenida.
Sólo resta adquirir
la técnica correcta y la experiencia necesaria para luego sí realizar un videotutorial
para nuestra sección de SirGourmet para todos aquellos que, como nuestro
redactor en jefe, no tengan tan en claro los mecanismos necesarios para la
preparación de un pionono.
Para los curiososo: el relleno del primer intento de pionono incluía: jurel, cebolla y huevo, un clásico de nuestro redactor en jefe.
Saludos.
SirThomas.
Saludos.
SirThomas.
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