Templanza.

Palabra que por peso específico propio merecía titular alguna vez un post en nuestro blog y de hecho aquí lo está haciendo por primera vez, así que la felicitamos por eso. Palabra a la cual me une un sentimiento de especial cariño pero no me encargaré de relatar los por qué de ello en esta oportunidad, y quizás en ninguna otra.

Imagino que ya sabrán su significado, pero para el que no lo sepa ACÁ tienen su definición, gentileza de la versión online del diccionario de la Real Academia Española.

Por qué ésta palabra está titularizando el presente post? Bueno, les paso a comentar.

Alguno de ustedes sabrá ya, sea porque lo contamos aquí mismo con anterioridad o porque se anoticiaron a través de El Blog Oficial de UPD, que me/nos estoy/estamos por mudar.

Para clarificar y que se entienda un poco más la situación, explico que:
SirThomas, SirMother y El Tío Cucum, también conocido como el hermano menor de SirThomas, actualmente alquilan un departamento en las zonas bajas del barrio porteño de Belgrano a donde se mudaron a fines de abril de 2007 por cuestiones que no viene al caso comentar. La estadía en dicho departamento se fijó en un año, ya que ese era el lapso máximo que debía transcurrir hasta que se desocupara el departamento (propiedad de SirMother) al cual nos mudaremos para establecer allí residencia permanente (o hasta tanto alguno de los dos pequeños retoños decida abandonar el nido “familiar”).

La cuestión es que la mudanza tuvo como fecha original de realización la última semana de marzo. Luego, se demoró una semana. La primera de abril nos habían prometido. Pero eso no sucedió y las semanas fueron pasando hasta convertirse en cinco. Otra nueva fecha, en teoría la definitiva, se había fijado para el día de hoy, incluso llegamos a reservar el flete (?), pero tampoco se pudo realizar.

Conforme ha transcurrido el tiempo, la ansiedad, el nerviosismo, las ganas de mudarse de una buena vez, fueron aumentando hasta instaurar en mi persona un estado de malhumor generalizado.

Y cuando uno se encuentra en ese estado todo se hace un poco más complicado, se genera alguna que otra discusión, puede influir incluso en el rendimiento laboral, aunque en mi caso siempre trato (y creo que lo logro) no llevar al trabajo los problemas que haya en casa, que en realidad ni siquiera llega a ser un “problema” esta situación, pero como genera cierto malestar, eso de alguna u otra forma se manifiesta en todo (o en parte) lo que uno haga, por más que, insisto, se intente de que no influya de manera negativa en su accionar.

Lo que más “molesta” es la indefinición que hay respecto del tema. Indefinición que se produce porque al departamento al cual nos mudaremos está ocupado actualmente por “El Inquilino”, a quien (al igual que a nosotros) el contrato se le vencía/venció el último día de abril.

Y aquí encontramos un nuevo aspecto que juega y tiene su peso en esta situación. Como a estas alturas ya deberíamos estar en el nuevo hogar, no estaba dentro de los planes tener que pagar un mes más de alquiler (con el aumento respectivo del “segundo año de contrato”). Algo que estamos en condiciones de hacer, pero que genera un “gasto extra” que no estaba previsto en el presupuesto familiar, que contribuye un poco más al malestar antes mencionado.

Pero por qué el susodicho no se ha podido mudar aún si fue pertinentemente advertido que llegado el vencimiento del contrato no se le renovaría?

Bueno, porque resulta que el departamento al cual él se va a mudar (para lo cual ya firmó su contrato de alquiler) está actualmente ocupado por “La Inquilina Lenta y Misteriosa”, quien casualmente también tiene el contrato vencido y también firmó, luego de varias idas y venidas, su contrato para cambiar de residencia.

Entonces, la pregunta que nos hacemos todos, es la siguiente:

POR QUÉ NO TE MUDAS DE UNA BUENA VEZ CORAZÓN. (esto es para la inquilina, por si no se entiende, el inquilino dio muestras claras de querer colaborar, de hecho también tiene todo “embalado” como para mudarse ya pero sino se muda la señorita él tampoco puede hacerlo).

Uno entiende que, justamente, los alquileres están caros, no abunda la oferta y la demanda es mucha, entonces todo se vuelve mucho más complicado, pero cuando se avisa con tanta anticipación es, justamente bis, para evitar este tipo de problemas.

Así que ya saben, Templanza.

PD: está claro que hay cosas peores, y no es un gran drama, lo que no quita que sea un piedrita en el zapato (?).

PD2: Otro post memorable sobre la Templanza y su impronta en la sociedad AQUÍ, del blog Moviendo los Hombros.

Saludos.
SirThomas.