Saturday, June 21, 2008

Sabores eran los de antes.

Recuerdo que cuando era pequeño y mis padres me llevaban a la heladería del barrio para degustar un rico helado (que es, a grandes rasgos, lo que se suele hacer cuando uno va o lo llevan a una heladería, aunque también es cierto que ahora, por ejemplo, está la opción de tomarse un cafecito, al menos en las “grandes cadenas”), las opciones que uno tenía enfrente de sus ojos en el listado de sabores no era muy variada.

Estaban los clásicos, los más elegidos en general por la gente, como ser dulce de leche, chocolate, frutilla y limón, por citar sólo cuatro. Aunque, de hecho, no había mucho más para elegir.

Con el correr del tiempo, fueron apareciendo algunos sabores nuevos, como ser el sambayón, crema del cielo (vaya uno a saber qué significa ese nombre, de donde viene y qué gusto tiene, porque jamás lo probé, pero reconozco que el nombre tiene “punch”), el genial banana split, sumado también a los famosos “baños de chocolate” que tampoco tuve el gusto de saborear, básicamente porque detesto el chocolate, y para destacar también la aparición de los “granizados”.

Pero resulta que los tiempos han cambiado. Y el rubro “helados”, fue uno de los que más cambios viene soportando, más que nada en lo que tiene que ver con la enorme variedad de sabores que hay ahora para elegir. Y esa enorme variedad de sabores, suele generar una monumental confusión a la hora de darle la orden al heladero para que complete el vasito, cucurucho o cuartito en cuestión. No digo en todos, claro, pero sí en un alto porcentaje de personas. No en aquellos que hemos conservado los sabores clásicos de la infancia, que hicimos mención en el párrafo introductorio.

Ahora resulta que tenemos una lista con cuatro, cinco, HASTA SEIS tipos distintos de dulce de leche. Lo mismo ocurre con el chocolate. Además, se han sumado variedades para todos los gustos, realmente. O eso, se me ocurre, es lo que deben haber pensado los genios detrás de la creación y puesta a la venta de gustos como Mascarpone con frutos del bosque, frutas de las cuales uno ni sabía que existían, nombres exóticos de gustos y uno tiene que preguntar para saber de qué se trata, incluso llegaron noticias hace un par de años de la creación, en la provincia de Córdoba, del helado de Fernet (si alguno de nuestros lectores lo ha probado puede dejarnos su veredicto en los comentarios, aunque no se si es o fue muy popular y se vendía en toda la provincia o sólo en una ciudad en particular) y otros que mejor ni mencionarlos porque lo único que hacen es denigrar a este postre tan noble.

Integrantes del Staff del Blog nos acercaron algunos gustos “raros” que aquí destacamos:

Sweet cokies (tipo CHOCOTORTA)
American cokies (crema con dulce de leche y pedazos de GALLETITAS oreo)
Bananita (el helado casero de la BANANITA DOLCA)
Mousse de Arándanos, Menta granizada.
Además de los famosos helados “light” !!.

Así que no se sorprendan si dentro de poco tiempo cuando estén por ordenar su helado, escuchen que al lado suyo alguien pide:


“dame un cuarto de vacío con salsa de chimichurri”.
Saludos
SirThomas.

5 comments:

Anonymous said...

Es un tema que me es muy sensible: gracias por tocarlo.
Digamos NO a los sabores tilingos. Digamos no a las heladerías gourmet.
Digamos NO al esperpéntico invento turístico cuyano del helado de vino.
Dame un cucurucho de crema y espumón de chocolate, querés.

guadis! said...

En Córdoba existe el helado de Fernet! Nunca lo probé la verdad...
Para mí es obligatorio pedir dulce de leche!!

Leo said...

Este post me hace acordar a un capítulo de Los Simpsons en el que Bart y Lisa van a vivir temporalmente con los Flanders y comían gelatinas de los gustos más extraños, por ejemplo "yo quiero de arándano (?), para mí sin sabor (?)".

En fin... yo en este aspecto soy más clásico, si tengo que elegir dos gustos generalmente eligo dulce de leche granizado y el mencionado (y exquisito) banana split.

Saludos.

Anonymous said...

Si se me permite me sumo al título:
sabores eran los de antes...y SI!
Yo prefiero lo simple y pienso que tener mucho para elegir no significa que uno quedará felíz. La cantidad genera el desconzuelo y la duda: "y si hubiera elegido tal sabor, capáz era más rico" En véz de sentirse seguro y disfrutar...
Por otro lado no tengo noticias del tal "helado de fernet"
Nada mejor que no tener que elegir para gastar ese tiempo en otra cosa.
;)
saluditos.

SirThomas said...

Bueno, básicamente la tribuna se expresó y coincidió bastante con la idea central del post. Pensé que me iban a tildar de consdervador :P.

MY: Excelente aplicación del "En este blog le decimos NO", que fue la idea original del artículo, aunque luego la ampliamos y desarrollamos más. Buen aporte del del "Helado de Vino", no tenía el dato.

Guadis! Nos confirma la existencia del helado de Fernet, más no lo probó. Ella prefiere el dulce de leche. Decisión que comparto.

Leo: Justamente, en breve se viene post en referencia a los simpsons y tu anécdota me viene de pelos. Aunque no será positiva. Eres clásico como yo para los gustos.

Anony: Siempre respondiendo con un dejo de filosofía. También coincidimos en lo clásico.

Saludos para todos.