Monday, March 12, 2012

SirHistorias. Regalos indeseables.

¿Levante la mano el que alguna vez recibió un regalo indeseable?, preguntó en voz alta uno de nuestros redactores en plena reunión de redacción. La respuesta fue previsible: todos los que allí nos encontrábamos levantamos la mano. Si bien es cierto que los presentes son siempre bienvenidos y hay que agradecerlos pertinentemente, no es menos cierto que en ocasiones, y por los más diversos motivos, uno recibe regalos que no "pegan" con uno, que no le sirven, o que simplemente no le gustan en lo absoluto.

La pregunta adjunta que podríamos hacernos también es ¿alguna vez habremos fallado a la hora de dar un regalo, alguna vez eso que nosotros hemos obsequiado fue recibido como algo "indeseable" por el homenajeado? Quizás haya pasado pero dadas las normas de convivencia socialmente aceptadas entre las personas civilizadas y la dosis justa de caretismo de parte del homenajeado no nos hemos dado cuenta.

Hablando, entonces, de regalos que uno los toma como indeseables, aquí debajo la imagen que ilustra nuestro post: una guía-t de bolsillo, que nuestro redactor en jefe desprecia con toda voluntad, y que, a pesar de que para muchos puede ser de gran una utilidad, no la vio con buenos ojos cuando se la regalaron.


Para aportar más ejemplos de regalos indeseables hemos convocado al señor Alejandro Dolina y la troupe de La Venganza Será Terrible, que hoy por hoy se transmite en su histórico horario de 0 a 2 de la mañana por Radio del Plata, quienes nos cuentan algunas interesantes historias acerca del tópico principal del post.

Estas historias, vinculadas con los mitos griegos, las pueden leer, escuchar y/o ver, según les convenga o les plazca. El texto que publicamos aquí debajo es una transcripción cuasi fiel de la charla que compartimos con ustedes aunque le hemos "quitado" observaciones, comentarios y chascarrillos (que figuran completas en el audio y el video) que son pronunciadas por el propio Dolina o alguno de sus colaboradores, Jorge Dorio y/o Patricio Barton. Algunas pocas acotaciones figuran entre paréntesis. Que lo disfruten.

Para escuchar online mientras van leyendo el post o cuando quieran (debajo opciones para descargar el audio o para verlo en yout*be):


Así comienza la charla.
Los dioses griegos eran particularmente dadivosos y en sus historias aparecen cientos de regalos que hacían a los mortales o a las ciudades, para lograr que sus habitantes los eligieran como dios tutelar. A veces se postulaban, daban regalos y los habitantes elegían como dios tutelar al que mejores regalos le hacía a la comunidad.

Por ejemplo, está la famosa lucha entre Atenea y Poseidón que se disputaban la influencia del Ática, que es como el área metropolitana de Atenas. En esta puja a la diosa Atenea se le dio por inventar el aceite de oliva, y se los ofreció como regalo; en tanto que Poseidón, con un golpe de tridente, hizo surgir, a modo de regalo, un lago salado en la mismísima acrópolis de Atenas. Los dioses que habían sido elegidos como árbitros dieron su preferencia al olivo, y en consecuencia la "victoria" fue para Atenea.
 
Per hoy hablaremos de otra cosa, de regalos que no causan un bien, sino lo contrario.

Primer regalo: Jasón, Medea y Glauce (o Glauca).

(Como sabemos) Jasón y la hechicera Medea estaban casados. Después de conseguir el vellocino de oro y pasar por Yolcos, decidieron descansar en Corinto. El Rey de aquel lugar era Creonte, y este rey tenía una hija llamada Glauce, que era convenientemente hermosa. Pasaron un tiempo en paz, hasta que Creonte tuve la idea de casar a su hija Glauce con Jasón, sin parar mientes en el hecho de que Jasón ya estaba casado con Medea. Jasón, que también se había enamorado de la muchacha, repudió a Medea (la repudió de arriba a abajo, como suele decirse) y dio vía libre para que Creonte desterrara a su mujer Medea. Y eso fue lo que decretó el rey de Corinto: Medea debía irse de aquella región al día siguiente, justamente el día en que Jasón y Glauce iban a casarse.

Entonces, desesperada, Medea tomó de testigos a los dioses, ante los cuales Jasón le había jurado en otros tiempos fidelidad, amor, etc., y preparó su venganza. Impregnó de veneno un vestido nupcial, y también algunos adornos y joyas, y se los envío como regalo a su rival, Glauce.

Tan pronto como Glauce se lo puso (al vestido) la abrasó un misterioso fuego y lo mismo ocurrió con su padre, Creonte, que había acudido en su auxilio y también se incendió el palacio.

Medea escapó hacia Atenas en un carro tirado por caballos alados, que era un regalo de su abuelo el Sol.

(De todos modos, hay que ser medio pavo para ponerse el vestido que te regaló la mina que estaba casada hasta el día anterior estaba con tu novio).

Segundo regalo: Polícrite y Diogneto.

Polícrite, que era una heroína de Naxos, hermana del principal jefe de Naxos, y parece que en el curso de una guerra entre los habitantes de aquella región y los de Mileto, Polícrite había caído prisionera del jefe milesio, tal es el gentilicio de Mileto, y este hombre se llamaba Diogneto. Muy pronto, Diogneto se enamoró de su cautiva y la cautiva adquirió un gran ascendente sobre Diogneto. Así, Diogneto hacía todo lo que Polícrite quería.

Entonces, Polícrite urgió una estratagema. Le dijo a Diogneto que una buena manera de apurar la paz era mandar, a modo de regalo, unos pasteles a sus enemigos, como un gesto de futura amistad. Diogneto aceptó y valiéndose de aquellos pasteles, Polícrite comunicó a su hermano, que como habíamos dicho era el jefe de Naxos, las debilidades del campamento milesio. ¿Cómo hizo? Muy sencillo: metió adentro de aquellas confituras unas tablitas donde había escrito datos: los milesios son tantos, tienen tal o cual estrategia, tales o cuales armas, etc.

La estratagema tuvo éxito, el hermano de Polícrite tuvo acceso a los pasteles y por consiguiente a las tablillas, y así conoció todos los detalles de la defensa de milesio y los Naxos entraron en el campamento milesio y causaron centenares de muertes. Finalmente, se concretó una paz ventajosa (bueno, para los Naxos), y a ruego de la muchacha la vida de Diogneto fue respetada. Polícrite fue objeto de grandes honores, pero al regresar a su patria recibió tantos regalos que murió ahogada (por los obsequios) y la enterraron en el lugar preciso en que murió.

¿Pero qué curioso uno muera por el demasiado peso de los regalos? Es también una forma de advertencia (una moraleja). ¿Para quiénes? Para aquellos que reciben demasiados obsequios: ojo, empiece a rechazarlos porque el día de mañana etcétera (puede morir ahogado por ellos)..

Tercer regalo: La historia de Filis y Acamante.

Al regresar de Troya, el héroe Acamante (que había estado dentro del famoso caballo) fue arrojado por el mar con sus naves, en la costa de Tracia, en la desembocadura del estrimón. Allí lo encontró el rey Fileo, quien tenía una hija llamada Filis, que se enamoró de Acamante y quiso casarse con él. Acamante le dijo que tenía que volver a Atenas para resolver algunos asuntos y que después se iba a reunir con ella definitivamente. La verdad es que Filis no era muy agraciada y Acamante en realidad quería evitar el compromiso. Filis aceptó aquella separación y le regaló a su prometido un cofrecito, y le dijo que no lo abriera hasta el momento en que haya perdido toda esperanza de volver a su lado. Acamante se guardó el cofrecito y se volvió a Atenas.

Llegó la fecha convenida para el retorno y Acamante no volvió. Filis, desesperada, bajó nueve veces de la ciudad al puerto para ver si llegaba su amante pero siempre en vano. Cuando perdió las esperanzas de recuperar al que amaba, se ahorcó.

Acamante, en realidad, se había establecido en Creta y se había casado con otra mujer lo más tranquilo. Un día, mientras andaba a caballo, encontró entre las cosas que llevaba el cofrecito, aquél que la princesa Filis le había regalado. Y recordó las palabras de la muchacha, en el sentido de que podía abrirlo sólo cuando supiera que jamás volvería a ella, etc. Acamante, indiferente, lo abrió y salió del cofre un espectro espantoso. El caballo se encabritó, Acamante se calló al suelo y se murió.

Luego, en el audio o el video, Dolina y Dorio filosofan sobre esta última historia y los regalos en general.

Pueden descargar el audio de la charla haciendo click AQUÍ.

Para "ver" la charla citada en yout*be deben hacer click en ESTE link.

Para adornar la charla, sobre el final, podrán escuchar a Hugo Del Carril cantando “Como aquella princesa”, tango de Joaquín Mora, que si quieren lo pueden ver y oír por separado en ESTE link, aunque cantado por Ruth Attaguile (la versión de Del Carril no la encontramos en youtub*).


Saludos.
SirThomas.

6 comments:

Leticia said...

Thomas, sepalo, la guia T 2006 me salvo la vida, me compré la version 2011 pero sin mis anotaciones no sirve... El peor regalo es el que no existe, lo dice una separada que en 10 años no recibió un sólo regalo de su familia política

SirThomas said...

Leticia, si usted es de las personas que la sabe usar perfectamente (a la guía), me alegro!

Interesante reflexión sobre los regalos, gracias.

Saludos y gracias por pasar.
Sir.

Anonymous said...

Muy buen post, me encanto y aumente mi conocimiento de cosas muy simpàticas (por definirlo de alguna manera)
Papone

SirThomas said...

Excelente, Rocky, me alegro que te haya gustado. Próximamente se vendrán más de este estilo.

Saludos.
Sir.

Cinzcéu said...

La mayoría de los regalos indeseables los he reciclado y les hallé una función deseable. Por ejemplo, una artesanía/ cuadrito medio feo montado sobre una madera (que con el tiempo se destruyó porque era "orgánico" y entonces condenado a pudrirse) hace más de una década que devino la tablita que uso para cortar y picar cosas a diario en mi cocina.
Buen post y saludos.

SirThomas said...

Gracias por el aporte Cinzcéu! Sacar provecho de un mal regalo es una de las mejores maneras de remediar el equívoco que hemos sufrido.

Saludos.
Sir.